Hábitos molestos
El perro que tiene un ladrido continuo puede no molestar a los dueños pero seguramente tortura a los vecinos, unas gotitas de limón en la lengua (cuidando los ojos) y solamente decirle “NO LADRES”. Repetir la receta dos o tres veces. Ladrará cuando sea necesario.
Si no querés que tu perro o gato se suba a los sillones, colocar trozos de papel de aluminio, verás que el brillo y el ruido los asusta y no suben.
Tip, no se les pega pero una hoja de diario doblada, ruidosa, que actúe en el momento justo, no duele y es muy efectiva. Un NO firme y seguro es de gran ayuda, generalmente es a una persona de la familia que ellos realmente respetan y obedecen.