Espejos
Los espejos se limpian muy bien con alcohol blanco, alcohol azul o de quemar o con agua y vinagre de alcohol. Si están enmarcados conviene cada tanto pasar un cepillito en seco en la junta y rincones para sacar la tierra y polvo que se va acumulando.
Es importante cuidarlos de la humedad que se condensa en los distintos ambientes de las casas.
Separarlos de la pared para que el aire circule por la parte de atrás, colocar en las esquinas unos taquitos de maderas o corchos. Esto también se puede aplicar en los marcos de los cuadros.
Los espejos pueden ser biselados (antiguos) o pulidos (modernos). El azogue o mercurio se va deteriorando y aparecen manchas oscuras que si son pequeñas se pueden dejar pero cuando se van agrandando hay que consultar con un profesional.
Las manchas pequeñas se pueden «solucionar» con papel aluminio. Colocar en la parte de atrás del espejo pedacitos de papel para disimular las manchas. Pasar la uña o un algodón para dejar liso y chato el papel. Desde ya en ese lugar no hay más reflejo.
Tip: Un espejo puede ser un adorno excelente si le buscamos el lugar apropiado, colocarlo de manera que refleje una linda pintura, un arreglo floral, una planta.