Calcificar a la familia
Si en tu interés en calcificar a tu familia se te hace difícil para que tomen las pastillas, podés solucionarlo utilizando las cáscaras de huevo que agregás a los alimentos diarios. Colocás las cáscaras en un repasador cuando estén bien secas, las triturás con un palote de amasar hasta lograr una harina que ponés en sopas, caldos, tartas, flanes, etc. ¡Y se terminó esa carrera por la casa con las pastillas en la mano!