3 TIPS: Jengibre, pechuga de pollo y salsa de soja
EL JENGIBRE
El jengibre es una raíz comestible que tiene un sabor cítrico y apenas picante. Se usa tanto en platos dulces como salados. Últimamente se ha puesto de moda… ¡y con razón! Le otorga un sabor y un aroma espectacular a los platos. Fresco se consigue con frecuencia en los supermercados grandes o en algunas verdulerías.
La mejor forma de conservar el jengibre es colocar la raíz en una bolsita, tal cual te lo vendieron. Una vez congelado lo podés rallar (así, ¡congelado y con cáscara!) y luego volver a guardarlo. De este modo te va a durar mucho tiempo y lo vas a tener siempre a mano para cuando lo quieras agregar a una receta.
MITO DE LA PECHUGA DE POLLO
Te cuento que el tema de que la pechuga de pollo es seca es todo un mito. Tan solo depende del punto de cocción. Es por esto que te recomiendo dorarlas, retirarlas de la sartén y volver a colocarlas una vez que la salsa que prepares está lista. De este modo quedarán en su punto justo.
SALSA DE SOJA
Antes de usar la salsa de soja, probala. Si la notás excesivamente salada, rebajala con un poquito de agua para que la salsa no resulte muy salada.